martes, 21 de febrero de 2012

"Mirando los aires" Los segundos pisos en las casonas que quedan en el centro de Piura, y las construcciones de ayer.

Cuando caminamos por el centro de la ciudad, cada vez más convulsionado por el tráfico, la bulla de los carros, el desorden de las tiendas que buscan ubicarse en el centro mismo de la ciudad, solemos perder de vista una parte que todavía se puede apreciar de las casas antiguas: "los aires", es decir la segunda planta, o segundo piso de las construcciones que hasta inicios del siglo XX fueron representativas de la arquitectura colonial, tradional del centro de Piura.

La mayoría están destruidas y ya no queda el recuerdo más que en fotografías, pero si levantamos la mirada, todavía podemos disfrutar lo que queda de antigüedad y tradición en los segundos pisos de muchas de ellas.


¿identificas ese precioso balcón remodelado?



Pocas casas como ésta se han conservado inalterables al paso del tiempo, ya que a pesar de estar ubicada en el mismo corazón de la Avenida Grau, donde el resto de casas antiguas han sido víctimas de una especie de vandalismo comercial que no ha tenido en cuenta el valor de la construcción, los dueños la han mantenido inalterable, dándole un respiro y un toque de tradición a nuestro afeado centro de la ciudad.

En casos como éste, los segundos pisos pasan desapercibidos en medio de la estridencia de colores y ruidos de la planta baja y la calle, obligándonos a caminar rápido y pasar desapercibidos los bonitos detalles de este segundo piso que queda casioculto por los árboles.




En esta casona de la calle Lima, mirando desde fuera se puede apreciar el deterioro del segundo piso, que la hace inhabitable, aunque hay que valorar que al menos se pueda apreciar todavía la fachada y los detalles de puertas y ventanas.


Preciosos detalles de acabados de las entradas, el balcón del segundo piso y las ventanas de esta preciosa construcción.



La Iglesia San Francisco, el lugar donde Piura dio su grito libertario y se firmó el acta de la Independencia.

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