martes, 20 de diciembre de 2011

Construcción del túnel trasandino del proyecto Olmos culminó tras siete años

El 2004 se firmó el contrato de concesión para esta obra, que hoy fue inaugurada.
Martes 20 de diciembre de 2011 - 05:09 pm
 
 
Siete años después de hecha la concesión se acabó con el túnel trasandino. (Canal N)
Hoy se realizó la ceremonia de culminación de la perforación del túnel trasandino, el cual pone fin a las obras de trasvase del Proyecto de Irrigación e Hidroenergético de Olmos en Lambayeque.

“Después de 80 años vamos a ver la luz al final del túnel. Quiero agradecer a trabajadores, operarios y obreros que han hecho posible que esta obra sea una realidad y permita fortalecer la esperanza de cambio y desarrollo del pueblo de Lambayeque”, señaló el mandatario Ollanta Humala, presente en la ceremonia.

El referido túnel tiene una longitud de 19,8 kilómetros y un diámetro de 4,8 metros, y permitirá el trasvase de las aguas del río Huancabamba de la vertiente del Atlántico a la vertiente del Pacífico para su aprovechamiento en la irrigación de tierras eriazas que ya han sido subastadas mediante un proceso público, así como para la generación de energía.

El jefe de Estado dio la orden para que la perforadora inicie las últimas maniobras y develó una placa conmemorativa en el exterior del túnel.

    Túnel trasandino, obra titánica de Ingeniería en el Perú.

    Fuente: Diario El Comercio 19 de Diciembre 2011


    El Comercio visitó el punto donde se abre camino ducto de 20 kilómetros. Taladro de 1.075 toneladas perfora el inestable interior del cerro La Succha

    Por Wilfredo Sandoval
    Los hombres que perforan las entrañas del cerro La Succha, en el difícil proceso de excavación del túnel trasandino de Olmos —un ducto de más de 20 kilómetros por el que se transvasarán las aguas del río Huancabamba (Piura) hacia las tierras de Olmos (Lambayeque) a partir del 2010— no saben en qué momentos crujirá y estallará este macizo rocoso que forma parte de la vertiente occidental de los Andes.
    Todo es incertidumbre cuando se tiene sobre la cabeza 262.000 toneladas de rocas y se usa un taladro TBM de 1.075 toneladas de peso para penetrar la roca de la cordillera que, con 600 millones de años de antigüedad, aún se encuentra en formación. Por esto último el taladro no hace otra cosa que liberar la gran energía acumulada en esa montaña.
    En un pequeño vagón de pasajeros, un equipo de El Comercio llegó hasta el mismo centro de operaciones, de apenas cinco metros de diámetro. Allí 90 especialistas y obreros trabajan las 24 horas para avanzar en la construcción de una de las más importantes y anheladas obras de irrigación en nuestro país.
    En ese punto se originan los estallidos que hace algunas semanas dañaron 54 metros del túnel trasandino, pero ni siquiera esto ha detenido el incesante movimiento en el cerro La Succha.
    EL INGENIO VERSUS LA ROCA
    Según el responsable de las excavaciones, Eduardo Loyola Vásquez, la perforación atraviesa un momento difícil porque se han encontrado con un frente de rocas de tipo 4, que son propensas a presiones y desprendimientos que impiden progresos.
    “El comportamiento de la roca tipo 4 es desfavorable, pues hay partes microfracturadas. Por ello, estamos instalando pernos de 2,5 metros de largo y estructuras de acero en el túnel para lograr un sostenimiento adecuado del cerro y continuar con la perforación”, sostuvo Loyola.
    El gerente de producción de Odebrecht, Winston Lewis Díaz, también reconoce que los estallidos que se iniciaron en abril de este año dificultan el proceso de excavación, que el año pasado avanzó hasta 600 metros por mes; en los últimos meses se avanza apenas 100 metros cada treinta días.
    Pese a estas dificultades, el túnel presenta un avance del 75% y se calcula que los 4.239 metros que faltan perforar se culminarán a fines del primer semestre del 2010, como lo establece el contrato suscrito con el Gobierno.
    Para evitar el desprendimiento de rocas dentro del túnel los especialistas han optado por fracturarlas con pequeñas cargas explosivas reguladas, en promedio 350 gramos de explosivos, en varios puntos, lo que genera una ruptura que permite disipar la energía acumulada en el cerro y disminuye el poder del estallido cuando la roca entra en contacto con la máquina perforadora.
    Además, se aplican aditivos especiales con poderosas mezclas de cemento que dan más seguridad al interior del túnel.
    Lo que vendrá a continuación será la fase de irrigación con 160 kilómetros de canales que permitirán alimentar más de 35 mil hectáreas de ricas tierras en las pampas de Olmos.
    CLAVES
    1. El canal Discovery Channel prepara un documental sobre la construcción del imponente túnel trasandino de Olmos.
    2. Los obreros dedicados a la excavación del túnel trabajan 20 días y descansan 10 de cada mes. La mayoría de ellos es de Arequipa, Huancayo y de otras ciudades de la sierra sur.
    3. El taladro TBM tiene 5,33 metros de diámetro. Cuenta con perforadoras, martillos, neumáticos, locomotoras y vagones para carga y pasajeros.



        sábado, 26 de noviembre de 2011

        Los constructores de Lima, una historia de 4.000 años

        Los antiguos limeños fueron maestros en el dominio del espacio, en su capacidad de resolver los desafíos y enigmas de la naturaleza, y en su conocimiento para levantar estructuras monumentales
        Por: Javier Lizarzaburu
        Domingo 27 de Noviembre del 2011
        La ecoarquitectura y el ecourbanismo, en boga estos días, apuntan a una nueva manera de vivir y de construir, en relación con la naturaleza y el medio ambiente. Hace 2.000 años quienes habitaban estas tierras lograron descifrar esa clave y nos dejaron un legado arquitectónico inigualable.
        Hoy, que se sabe más sobre la manera como construyeron en esa época, ¿podemos aprender algo que nos sirva?, ¿tiene alguna vigencia ese conocimiento que empezamos a rescatar del ayer?
        La primera arquitectura importante que se levantó aquí, en lo que es el distrito de San Martín de Porres, se produjo unos 4.000 años atrás. Esos templos en forma de U dejaron su monumentalidad, pero en su momento fueron abandonados.
        PODER Y CULTURA
        Sin embargo, hace unos 2.000 años, con los limas primero (200 d.C. a 700 d.C.), y los ichmas después (1.100 a 1.450), los valles de Lima se vuelven a poblar de enormes construcciones. Desde entonces, esta ciudad que nos cobija no dejó de crecer, a pesar de las diferentes ocupaciones culturales que experimentó.
        Uno de los primeros en trabajar el tema desde la perspectiva de la ingeniería y la arquitectura fue el arquitecto Santiago Agurto Calvo, quien en 1984 publica su libro seminal: “Lima prehispánica”. Para explicar la dimensión de la capacidad constructiva de esos pueblos, señala que se necesitó una sólida organización política, con férrea disciplina, porque “de otro modo no tendría explicación la construcción de los imponentes centros ceremoniales o de las extensas obras hidráulicas para cuya realización se requirieron fuertes contingentes de trabajadores durante largos períodos”.
        PIRÁMIDES CON RAMPA
        La forma representativa de esas construcciones son las pirámides truncas con rampa. Agurto explica que “los volúmenes de esos cuerpos son siempre largos y achatados, siendo la superposición de varios de ellos lo que origina la monumentalidad del conjunto”.
        Una pregunta que uno se hace muchas veces es si dentro existían habitaciones o galerías subterráneas, como se dio en modelos de pirámides en otros países. Agurto asegura que esto no se produjo aquí. “Las pirámides están formadas por grandes masas constructivas sin ningún vacío en su interior”, escribe.
        AZTECAS Y MAYAS
        En el caso de las pirámides mexicanas, otro ejemplo contemporáneo en el continente, todas tenían escaleras. La otra diferencia es el material: allá se construyó con piedra, porque la naturaleza lo exigía y lo permitía. Acá con barro, bajo similares condiciones.
        Una característica que señala el arquitecto Juan Gunther es que los templos mexicanos suelen ser muy simétricos. “En cambio, en Lima la simetría no era lo fundamental. Las huacas podían tener distintas formas, pero siempre usaban rampa”, indica Gunther, director del Programa de Urbanismo de la Universidad de San Martín de Porres.
        USO DE MATERIALES
        Un aspecto característico de la arquitectura prehispánica es lo que hoy llamaríamos sostenible: el uso de materiales propios del lugar y los que mejor permiten el control climático dentro de las zonas residenciales.
        Los muros de adobe, por ejemplo, hechos con la misma tierra del lugar mezclada con agua son buenos porque, cuando hace frío, mantienen el calor. Y cuando hace calor, como son tan gruesos, la temperatura se demora en ir del exterior al interior, regulando la temperatura.
        El arquitecto José García Calderón, profesor universitario y conocedor de la arquitectura limeña prehispánica, señala que después de los adobitos, que caracteriza a la cultura Lima, “evoluciona la técnica y se empieza a trabajar como encofrados, el tapial, que permite construir con menos esfuerzo más metros cuadrados”. Esto se ve con los ichmas. “Es una evolución tecnológica que permite ser más eficientes: menos gente más producción, haciendo encofrados con barro compactado”, precisa.
        URBANISMO
        Según García Calderón, algo que destaca a esos antiguos pobladores es “la claridad con la que ocupan el territorio”: de un lado, estaba la zona de irrigación; y del otro, el lugar donde se desarrollan la ciudad, barrios, sectores, zonas de producción, zonas de residencia, templos, como todavía se puede ver hoy en Cajamarquilla, una enorme ciudadela de unas 160 hectáreas de extensión en el distrito de Ate.
        Esto indica claramente que en esa época se trataba de un trabajo multidisciplinario, incluido el de arquitectos. No en el sentido contemporáneo, pero sí eran personas que entendían que debían traducir en espacios concretos necesidades sociales. No era gente a la que se le ocurría construir primero una habitación y luego otra y luego otra. Había planificación y tenían urbanistas, que en función de esa estructura social y política diseñaban espacios, barrios, asentamientos.
        FUTURO
        “La arquitectura moderna nos ha desligado de la naturaleza completamente, nos ha cortado la comunicación”, afirma Mario Osorio, arquitecto de la Universidad Ricardo Palma. Para él, “la arquitectura moderna está en función del lucro, y por el lucro se cortan las calles, se levantan las casas o los edificios de la manera que dé más beneficio material sin contar con las orientaciones o lo que requiere una buena vivienda”.
        Los expertos coinciden en que la modernidad detuvo este proceso, porque incluso durante el Virreinato se seguía construyendo con adobe y con quincha. Toda la arquitectura colonial que nos queda se levantó con técnicas prehispánicas porque las construcciones originales, en piedra y madera, se vinieron abajo con cada terremoto. En la época moderna se introducen el concreto y técnicas extranjeras, y los artesanos y sus técnicas milenarias y eficientes fueron dejados de lado.
        “Los arquitectos no debemos ver estos temas como historia, como conocimientos del pasado”, dice García Calderón. “Creo que hay muchas cosas que se pueden aprender. La relación del hombre con el territorio es espectacular en la época prehispánica. Yo creo que tenemos que volver a aprender eso. Ese conocimiento prehispánico de planificación territorial todavía puede servir a Lima más de 2.000 años después”.

        Fuente:
        El Comercio, Perú.
        27 de noviembre de 2011